José Saramago era un hombre machadiano. Su bondad infinita, su sencillez, su humildad, se traduce en multitud de actos a lo largo de toda su vida.
Una expresión desconocida de esa humildad para el gran público, pero inolvidable para quienes la vivimos, fue un gesto sencillo con unos autores que tuvimos la osadía de pedirle la redacción del prólogo para el libro que queríamos publicar. La sorpresa nuestra fue cuando, semanas después, recibimos en el correo electrónico un texto firmado nada menos que por el mismo José Saramago. El libro, titulado De volcanes llena: Biblioteca y compromiso social (Gijón, Trea, 2007), trataba sobre el compromiso social de los bibliotecarios.
El País, Espanha.
sábado, 26 de junho de 2010
Saramago: un prólogo poco conocido
Etiquetas:
José Saramago
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