"Obrigado, José Saramago" (Gracias, José Saramago) puede leerse en dos grandes fotografías del escritor que cuelgan en la fachada del Ayuntamiento de Lisboa. Miles de portugueses desfilaron desde primera hora de la tarde de ayer por la capilla ardiente con los restos mortales del premio Nobel, para dar el último adiós. Lo hicieron en silencio, compungidos, y, algunos, con los ojos humedecidos. Alejados de la controversia sobre la figura de Saramago, quienes acudieron al Paços do Concelho desmienten la idea del enojo entre el escritor y Portugal.
Nada comparable a la reacción del Vaticano, que ayer dirigió desde las páginas de L'Osservatore Romano, su diario oficial, un furibundo ataque hacia el escritor, que sonó casi a celebración por su muerte. Saramago se había distinguido como uno de los intelectuales que más lúcidamente condenó los abusos cometidos en nombre de la religión.
El País, Espanha.
domingo, 20 de junho de 2010
Portugal llora y el Vaticano ataca
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José Saramago
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