Baptista Bastos y Saramago se conocieron en la militancia política contra la dictadura salazarista que abarcó casi medio siglo en Portugal. De aquellos tiempos les queda la repugnancia que sienten ante todos los autoritarismos, se presenten vestidos de marcas exclusivas o con uniforme militar. La arbitrariedad, que es una perversión de la razón, para ellos también era un insulto inadmisible, por eso siempre se opusieron a los juegos del poder, esos tan deleznables que acaban confundiendo a sociedades enteras hasta el punto de ya no saber si van o vienen, si los valores de la Revolución Francesa –Libertad, Igualdad, Fraternidad- siguen siendo vigentes o son una página de una historia mal contada. Baptista Bastos y Saramago, hijos ambos de la Ilustración, herederos de la mejor tradición, la que coloca al ser humano en el centro de todas las cosas, reivindican estos valores, a los que añaden otros, logros de nuestro tiempo que si es verdad que hizo guerras también declaró Derechos Universales, imprescindible, sin duda alguna, en el proceso de humanización que atravesamos. Porque los conversadores saben bien que el desarrollo no se ha completado, que no somos enteramente humanos, que damos pasos hacia delante y también, a veces, retrocedemos, por eso es tan importante hablar del mundo con seriedad y rigor, desde el corazón de la tierra, tal vez desde Lanzarote, para seguir avanzando hasta ese día, levantado y principal, en que por tener todos espacio, casa y libertad podamos decir, sin mentir, sin cinismo, ahora sí, ahora ya somos seres humanos. Será el día en que viendo, por fin veamos.
Fundação José Saramago.
quinta-feira, 19 de maio de 2011
"José Saramago. Um retrato apaixonado", de Baptista-Bastos, editado em Itália
Etiquetas:
José Saramago
Subscrever:
Enviar feedback (Atom)
Sem comentários:
Enviar um comentário